Más allá de la anécdota, ese minuto de video nos sirve para analizar algunas de las caraterísticas de la web 2.0 que pueden ser criticadas o que representan un desafío:
"Ese democratismo me parece realmente agraviante contra el lector": José Pablo Feinman apunta al corazón de la web 2.0: todos, con acceso a mínimos recursos técnicos y de conocimiento, pueden expresarse en un blog, un foro, una red social.
Y eso, evidentemente le molesta. Y es uno de los desafíos de los usuarios de internet: cómo separar lo útil de lo inútil, lo bueno de lo malo, el ruido del discurso, lo verdadero de lo falso. El filtro es uno, pero lleva tiempo y esfuerzo.
- "El deporte de putearme" en un foro: La web 2.0 nos deja a todos expuestos a la crítica, la refutación y también al insulto. Como diría Tapscott: la web2.0 nos deja "desnudos" ante los demás. Y poco podemos hacer para evitarlo.
Otras críticas:
Pero no es el único que critica a la web 2.0. Las críticas también vienen desde quienes más se dedican al estudio de las dinámicas sociales y económicas de internet, como por ejemplo, David de Ugarte.
De Ugarte, sin embargo defiende a los blogs, se para en las antípodas de Feinman, y los considera generadores de "abundancia", en un contexto tecnológico que muchas veces tiende a la "generación artificial de escasez". Y es tajante: "bajo toda arquitectura informacional se esconde una estructura de poder".
Para de Ugarte es vital que "cualquiera suba cualquier cosa y lo que es más importante, que cualquiera acceda a cualquier cosa quedando la soberanía de la selección en el usuario".
Sin embargo no toda la web 2.0 está inscripta en esa posibilidad.
El dospuntocerismo, esa "verdad incómodoa":
"Bajo la etiqueta 2.0 se ocultan distribuciones de poder, modelos sociales antagónicos", afirma de Ugarte.
Por un lado, estarían los blogs (y flickr, youtube, etc.), como servicios distribuídos (heterárquicos) que cada nuevo aporte del usuario significa que se genera algo más (abundancia). Y por el otro lado, los sitios como meneame, digg e incluso, Wikipedia, que con el aporte de los internautas se genera sólo un resultado (escasez artificial).
Y aconseja no usar Facebook ni tampoco Gmail ante la amenaza del control social.
Pero no es el único que critica a la web 2.0. Las críticas también vienen desde quienes más se dedican al estudio de las dinámicas sociales y económicas de internet, como por ejemplo, David de Ugarte.
De Ugarte, sin embargo defiende a los blogs, se para en las antípodas de Feinman, y los considera generadores de "abundancia", en un contexto tecnológico que muchas veces tiende a la "generación artificial de escasez". Y es tajante: "bajo toda arquitectura informacional se esconde una estructura de poder".
Para de Ugarte es vital que "cualquiera suba cualquier cosa y lo que es más importante, que cualquiera acceda a cualquier cosa quedando la soberanía de la selección en el usuario".
Sin embargo no toda la web 2.0 está inscripta en esa posibilidad.
El dospuntocerismo, esa "verdad incómodoa":
"Bajo la etiqueta 2.0 se ocultan distribuciones de poder, modelos sociales antagónicos", afirma de Ugarte.
Por un lado, estarían los blogs (y flickr, youtube, etc.), como servicios distribuídos (heterárquicos) que cada nuevo aporte del usuario significa que se genera algo más (abundancia). Y por el otro lado, los sitios como meneame, digg e incluso, Wikipedia, que con el aporte de los internautas se genera sólo un resultado (escasez artificial).
Y aconseja no usar Facebook ni tampoco Gmail ante la amenaza del control social.
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